Esta entrada es la última de esta serie de tres que recomiendo leer en orden para comprender mejor el contenido del conjunto. En la primera se exponen los principales puntos del enfoque centrado en la giftedness como una realidad relativamente unitaria y global, para adentrarse en algunos supuestos del desarrollo del talento como marco de referencia actual para entender las altas capacidades y sus implicaciones educativas. En la segunda, se establecen trece puntos capitales que se derivan de este enfoque que no es tan nuevo como podría pensarse. En esta tercera, se abordan siete de los errores comunes al malinterpretar lo que significa el desarrollo del talento. Cualquiera interesado o implicado, de algún modo, en este ámbito de estudio debería estar bien informado sobre estos asuntos, que no son menores, precisamente.
Preguntas y conceptos erróneos sobre el desarrollo del talento
Para aclarar aún más lo que significa -y no significa- un marco de desarrollo del talento en la educación de los más capaces, la Task Force abordó las preocupaciones y los malentendidos que pueden surgir:
Concepto erróneo: enfatizar dominios de talento significa que "todos pueden ser dotados en algo"
Es probable que, con un marco de desarrollo del talento, se identifiquen los talentos de más niños y más tipos de talentos. Pero, la alta capacidad a menudo se combina con las fortalezas. Cada individuo tiene fortalezas (y debilidades) relativas, pero no todos tienen la capacidad suficiente para beneficiarse al máximo de un proceso de desarrollo del talento intensivo. Además, dado que diferentes conjuntos de capacidades se asignan a diferentes dominios de talento, no todos pueden tener la constelación de capacidades más adecuadas para logros avanzados -y contribuciones creativas- en un dominio dado. Además, no hay un número infinito de dominios valorados. No todos los dominios contribuyen a la sociedad, ni son igualmente valorados por la misma, ni pueden ser apoyados con enseñanza y entrenamiento dentro de las escuelas, comunidades y naciones.
Concepto erróneo: "El desarrollo del talento no valora el cociente intelectual"
Las medidas de capacidad general, como el cociente intelectual, son útiles, pero pueden ser un mejor indicador de la alta capacidad en las primeras etapas del desarrollo del talento. Más tarde, con el desarrollo y la diferenciación, las capacidades específicas se convertirán en mejores indicadores de talento y potencial excepcionales. No se trata de lo uno o lo otro; tanto las capacidades generales como las específicas son importantes y se necesitan, pero en diferentes momentos del desarrollo, y en diferentes niveles según el dominio (por ejemplo, el cociente intelectual puede no ser útil para identificar el talento artístico).
Concepto erróneo: "El desarrollo del talento ignora las necesidades psicológicas, es decir, no se centra en el "niño completo "
El desarrollo del talento se centra en todo el niño y reconoce que proporcionar oportunidades apropiadas para el aprendizaje y el logro mejora la salud psicológica. Los niños dotados pueden tener necesidades psicológicas especiales debido a un desajuste entre sus capacidades y propensiones y los apoyos ambientales disponibles. Los niños dotados varían en términos de rasgos de personalidad tanto como los niños no dotados, y hay poco apoyo empírico para muchas de las características psicológicas o socioemocionales atribuidas solo a los estudiantes dotados. En lugar de definir los rasgos psicológicos de la alta capacidad, en un marco de desarrollo del talento, las habilidades psicosociales se desarrollan al servicio del logro y el crecimiento social y emocional saludable. El cultivo activo y el desarrollo de estos resultarán en que más niños puedan alcanzar los niveles más altos que desean y se sientan personalmente satisfechos con sus elecciones.
Concepto erróneo: "En un marco de desarrollo del talento, es posible 'perder' la alta capacidad [giftedness]"
Si los niños no desarrollan sus capacidades, de hecho pueden perder terreno y parecer menos capaces en comparación con sus compañeros que han seguido obteniendo logros. Debido a que el talento se basa en un proceso de desarrollo, influenciado por la interacción de capacidades innatas y experiencias, un alto cociente intelectual en la infancia puede no traducirse en altos niveles de logros específicos de un dominio dado en la adolescencia o la edad adulta. La motivación puede aumentar y disminuir. El papel de la educación para los más capaces es ayudar en la transición crítica de la capacidad general a áreas específicas de talento, cultivar la motivación y proporcionar oportunidades apropiadas para que esto no suceda.
Concepto erróneo: "Un marco de desarrollo de talento no sirve adecuadamente para los que no rinden bien"
El bajo rendimiento puede deberse a la falta de oportunidades desafiantes adecuadas, que deberían estar disponibles para todos los estudiantes que puedan beneficiarse de ellas. Sin embargo, como resultado de una falta de interés o motivación o de habilidades psicosociales poco desarrolladas (por ejemplo, miedo a la competencia), un estudiante puede no ser un buen candidato para las experiencias de desarrollo del talento en un momento particular de su vida. Para los estudiantes más jóvenes, estudiantes con discapacidades y cualquier otro que haya tenido oportunidades limitadas para desarrollar el conocimiento, las habilidades u otras características que se esperan de los estudiantes que reciben servicios de programas para estudiantes dotados, hay mucha más libertad con respecto a la falta de logros demostrados. En algún momento, sin embargo, el logro en el dominio tiene que importar. En niveles más altos de educación y capacitación, el logro será el factor determinante para la inversión y los servicios continuos.
Concepto erróneo: "Todos podrían ser dotados si tuvieran las oportunidades para serlo"
Si bien las oportunidades mejoran el logro de todos, no harán que todos sean talentosos. La capacidad afecta a la forma en la que un individuo puede aprovechar o capitalizar al máximo las oportunidades de que disponga (por ejemplo, una tasa de crecimiento más rápido cuando se le brindan experiencias con un nivel de desafío adecuado).
Concepto erróneo: "El desarrollo del talento solo se centra en las personas que pueden llegar a ser eminentes"
Los apoyos necesarios para las contribuciones de nivel eminente son complejos y raros. No es posible identificar qué niños pueden alcanzar, eventualmente, esos niveles más altos y no se debe perseguir como un objetivo del programa. Sin embargo, los caminos hacia carreras distinguidas y creativas en la edad adulta son bien conocidos en muchos dominios, y los programas para los más capaces pueden tratar de proporcionar, a más estudiantes, los apoyos y oportunidades necesarios para alcanzar niveles más altos de rendimiento. Los programas para alumnos dotados son responsables de ayudar a aquellos niños con las capacidades y el deseo de avanzar en los caminos del desarrollo del talento, llevando a los estudiantes a la siguiente etapa del mismo, incluso a niveles postsecundarios y más allá; y, para aquellos individuos talentosos que eligen, como punto final de la edad adulta, una pericia excepcional, liderazgo o productividad creativa en sus campos elegidos.
Al final, la cuestión que podemos plantearnos es: ¿los que han estudiado e investigado este asunto, qué piensan? Estas tres entradas dan cumplida respuesta a esta pregunta y exigen un cambio de orientación en las acciones que se llevan a cabo, con la mejor intención probablemente, pero fuera del camino que marcan los expertos. Esto tiene que ver, sobre todo, con los deficientes protocolos que se van publicando de espaldas a la conceptualización más actual y a la investigación más solvente de que disponemos. ¡Qué decir del interés de las escuelas por atender a los más capaces o de ayudarles en el aula! Es cierto que, en lo que se refiere a la identificación y atención a los más capaces, un protocolo arregla pocas cosas, pero estropea muchas otras. Quizá la peor sea la terquedad en instalar ideas equivocadas sobre quién, qué y cómo resolver los problemas de los más capaces y el desarrollo de su talento. En fin, habrá que seguir insistiendo, aunque entre insistencia y terquedad se nos puede perder el talento como el agua por las cestas (de mimbre, claro).
El documento en el que se basan estas entradas todavía incluye aspectos destacados que merece la pena que se estudien o lean, si es tu interés.
Entrada tomada de Javier Tourón: "El desarrollo del talento como marco para entender la educación de los más capaces (3/3)"